¿Por qué los caracoles son imprescindibles en la paella valenciana?

¿Por qué los caracoles son imprescindibles en la paella valenciana?

La paella valenciana es uno de los platos más reconocidos de la gastronomía española, cuyos ingredientes son arroz, verdura y carne. Sin embargo, mucha gente que considera que una paella valenciana auténtica es aquella que lleva caracoles. En este artículo te contamos por qué los caracoles son uno de los componentes más importantes de la paella valenciana.

 

Origen de los caracoles en la paella valenciana

La paella nació en las zonas de campo de Valencia y solían prepararse con aquello que tenían a mano por allí. Por ello no es de extrañar que los campesinos utilizaran los caracoles que encontraban por el campo y los incluyeran en la receta. De hecho, una de las grandes ventajas de la paella es que se permite prácticamente cualquier ingrediente.

Sin embargo, es cada vez menos frecuente encontrar una paella que los lleve.  Esto se debe principalmente a que los caracoles tienen un coste elevado, además de que el tipo de caracoles utilizados en la elaboración de la paella, conocidos como vaquetes o caracoles de montaña, son cada vez más difíciles de encontrar.

 

Conoce los beneficios de incluir caracoles en tu paella

Pese a que el consumo de caracoles tiene amantes y detractores por partes iguales, lo cierto es que son un marisco que contiene una gran cantidad de beneficios para la salud.

Estos moluscos son un alimento saludable que contiene un alto nivel de nutrientes, lo que hace que sea posible incluirlos en cualquier tipo de dieta. Los caracoles contienen un alto nivel de hierro, lo que hace que sea un ingrediente ideal para personas con anemia. También contiene vitaminas A y B12, además de minerales esenciales como el magnesio y el hierro. Además, estos son un alimento con un bajo valor calórico y son fáciles de digerir.

En cuanto a su papel en la paella valenciana, el caracol es un ingrediente que añade sabor y textura al plato, ya que al cocinarse junto al resto de ingredientes, la impregnan de su sabor. Es por ello que, en caso de incluir caracoles en la receta, no se le añade romero. Asimismo, cuando este se cocina, la carne del caracol se endurece, haciendo que esta se pueda masticar. De esta manera, la masticabilidad del molusco crea una experiencia culinaria diferente y única.

 

Cómo preparar correctamente los caracoles para cocinar

Lo cierto es que la preparación de los caracoles para ser cocinados es una tarea que requiere su tiempo. A continuación, te explicaremos cómo limpiarlos correctamente:

En primer lugar, los caracoles deben ser purgados. De este modo, se eliminará de sus intestinos cualquier sustancia o alimento que hayan ingerido y que pueda resultar perjudicial para nuestra salud. Para ello, tras recolectar la cantidad de caracoles que deseemos, se deberá aislar a los caracoles entre cinco y quince días para que su organismo elimine todo aquellos que haya comido anteriormente. Durante esos días, hay quien prefiere mantenerlos bien alimentados con hojas de romero y otros que optan por tan solo ofrecerles agua.

A continuación, es importante revisar que los caracoles sigan vivos e introducir a los moluscos en un recipiente con agua tibia y salada para eliminar restos de suciedad que hayan quedado en el interior del caparazón. Es importante repetir este proceso hasta cuatro veces para eliminar también el moco del caracol.

Finalmente, se introducirán en una olla con agua fría a fuego lento. De este modo, los caracoles saldrán de su caparazón. Cuando todos ellos hayan salido, pondremos el fuego rápido y se cocerán durante 15 minutos. A partir de este momento, estos ya pueden ser incluidos en cualquier receta sin correr riesgos de intoxicación.

 

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Si buscas un lugar donde disfrutar de una paella valenciana con caracoles en un ambiente acogedor, visita el Asador Free Wok de Paterna.

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